A todas nos gustaría tener un cuello de cisne, bonito y sin arrugas, pero no a todas la genética nos da esa suerte. La piel del cuello y del escote es una de las dermis que más finas tenemos, incluso más que el rostro, por lo que se le tiene que prestar más atención y prevenir. Además, es una zona pobre en colágeno y melanina por lo que envejece más deprisa, se profundizan más las arrugas y se notan más.
Tratamientos, según la arruga
Mesoterapia facial
El objetivo es estimular la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico de la dermis, para regenerar la piel mediante la inyección de nutrientes y sustancias como, por ejemplo, el ácido hialurónico.
Los resultados son muy eficaces, naturales e indoloros pero se debe ser constante en sus aplicaciones (4 sesiones, 1 cada 15 días y repetir cada 6 meses).
Láser facial y luz intensa pulsada (IPL)
Dos tratamientos ideales para conseguir un rostro con luz, sin arrugas ni imperfecciones como acné o manchas. La alternativa ideal para quien quiera ganar vitalidad en su rostro pero le tenga pánico a los pinchazos de la mesoterapia.
Hilos tensores
Perfectos para combatir la flacidez en el cuello. Los hilos de polidioxanona es la técnica que mediante la colocación de hilos muy finos bajo la piel, estiran y tensan la piel haciéndola firme al instante para rejuvenecer la piel desde dentro con la estimulación de colágeno. ¿Las ventajas? No es un tratamiento de medicina estética doloroso y es muy efectivo.
Radiofrecuencia
La radiofrecuencia, igual que los hilos, devolverá elasticidad a tu piel del cuello dándole un aspecto más joven y terso. La radiofrecuencia facial consiste en aplicar calor en las capas internas de la piel actuando principalmente en la papada para eliminar totalmente las arrugas.
Se pueden combinar las técnicas, según el caso como hacen en esta clínica de estética en Barcelona.